Es evidente que los edificios más antiguos suelen utilizar más energía que los nuevos. Para alcanzar los objetivos en materia de clima, es necesario acelerar la renovación de los edificios (hasta un mínimo del 2-3% por año). Actualmente el ritmo al que los edificios nuevos sustituyen a los antiguos, o amplían el número de los edificios existentes, es bajo (alrededor del 1% al año).
FENIE y otras 21 organizaciones están impulsando un Macro Proyecto Tractor sobre la rehabilitación de las instalaciones en edificios ante las Administraciones Públicas. El Proyecto está dividido en once líneas de actuación, una de las cuales es la renovación de instalaciones eléctricas antiguas.
El objetivo de esta iniciativa es que, en la aplicación de los fondos europeos del Next Generation, haya una apuesta clara de la Administración por actuaciones de renovación en las instalaciones técnicas de los edificios.
Estas actuaciones servirán para la transición energética del parque de edificios existente, impulsando la eficiencia energética, la digitalización, las energías renovables y el despliegue de las infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico y, en definitiva, contribuirán a tener un país más sostenible.
A continuación, detallaremos una de las 11 líneas de actuación que contempla el Macro Proyecto Tractor, en concreto la centrada en la renovación de instalaciones eléctricas antiguas.
El Proyecto propone reducir las pérdidas energéticas de las instalaciones eléctricas, adecuando la potencia instalada de las más antiguas y sus condiciones de seguridad en base al actual Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT 2002). Las anteriores actuaciones abarcan medidas como la instalación de sistemas de medida y gestión de energía, monitorización de consumos, dimensionamiento del cableado a mayores cargas, sustitución de canalizaciones (cables y sistemas de conducción de cables), envolventes, aparamenta y pequeño material eléctrico, etc.
Para renovar las instalaciones eléctricas en 600.000 viviendas, el impacto económico sería superior a los 1.700 millones de €, a repartir en el periodo 2021 – 2026, que en buena parte se verían compensados por los ahorros los consumos energéticos. Además, implicaría unos ahorros de energía final superiores a los 3000GWh/año, reduciendo las emisiones de CO2 en más de 200.000 toneladas anuales.
Por último, las obras de renovación de las instalaciones eléctricas provocarán un aumento de la actividad empresarial a nivel local a través del colectivo de las empresas instaladoras, el sector cualificado encargado de desarrollar estas actuaciones. Este colectivo, además, es estratégico en la consecución de objetivos del plan de recuperación por su condición de ser un sector intensivo en empleabilidad dado que está formado por miles de empresas del que dependen muchas familias. Del mismo modo, estas inversiones están vinculadas a cadenas de suministro a menudo locales, generan demanda de equipos altamente eficientes desde el punto de vista energético, aumentan la resiliencia frente al cambio climático, aportan valor a largo plazo a las propiedades y mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos.
FENIE sigue trabajando para defender los intereses del sector y ayudar a que los programas que se pongan en marcha ayuden a utilizar los fondos del Next Generation EU en la transición energética y específicamente en la rehabilitación energética del parque de edificios existente.